La escasez de donantes de pulmón en los años noventa llevó a algunos hospitales de Estados Unidos y Japón a desarrollar trasplantes de pulmón de donante vivos. Durante el sexto congreso de la Sociedad Catalana de Trasplante, se propuso un debate para considerar el donante vivo como una alternativa también en nuestro país.
La práctica habitual en los centros de todo el mundo que llevan a cabo trasplante de pulmón es utilizar donantes cadáver. Pero en la década de los noventa algunos centros de Estados Unidos iniciaron la alternativa del trasplante de donante vivo para afrontar la escasez de donantes. Los resultados son satisfactorios, pero en el resto de países como España no se ha implantado, por los lógicos inconvenientes éticos que supone. Este fue el tema de uno de los debates impulsados durante el último congreso de la Sociedad Catalana de Trasplante.
Uno de los especialistas que participó en el debate sobre la alternativa del trasplante de pulmón de donante vivo, el doctor Antonio Román, explicó que en éste se emplea el lóbulo pulmonar de un donante emparentado. Y en caso de trasplantarse dos lóbulos pulmonares -lo más habitual-, el segundo lóbulo procede también de un donante emparentado, aunque el lazo familiar entre donante y receptor no es obligado.
Según este especialista del Servicio de Neumología del Hospital Vall d”Hebron de Barcelona, la técnica es perfectamente viable en nuestro país.
Un reducido tiempo de isquemia
“El trasplante de donante vivo”, explica el doctor Román, “se desarrolla de forma simultánea la intervención de extracción del órgano donante y la de su trasplante al receptor”. Ambas operaciones se practican en quirófanos contiguos o muy próximos “a fin de reducir al máximo el tiempo de isquemia, es decir, el tiempo en el que carece de riesgo sanguíneo el órgano desde su extracción hasta su trasplante”.
En el caso de la extracción del lóbulo pulmonar del donante vivo, se practica mediante una lobectomía, que es una intervención quirúrgica reglada a tórax abierto. La tasa de mortalidad durante esta intervención es del tres por mil.
Actualmente se lleva a cabo en Estados Unidos por la limitación de órganos -su tasa de donante por millón de habitantes es la mitad que la española, quince frente a treinta-; y en Japón por motivos religiosos. Pero los especialistas reunidos en el Congreso propusieron que esta estrategia podría plantearse en cualquier otro país, llegados al caso en que las expectativas de un paciente en concreto de obtener un órgano de donante cadáver sean bajas.
“El trasplante de donante vivo tiene sus defensores y sus detractores” expone el doctor Antonio Román, “pues entraña un complejo problema ético”. Pero los estudios, como el publicado por la Southern University de California en 1995, indican que los resultados son satisfactorios y ayudaron a pacientes en los que no se esperaba encontrar un donante cadáver a tiempo.
Las indicaciones más comunes de transplante de pulmón son la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), la fibrosis quística, las bronquiectasias y la hipertensión.