El director de la Organización Nacional de Trasplantes asegura que la presencia de donante y trasplantado en el mismo hospital facilitó la filtración
Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Rafael Matesanz, aseguró hoy que el hecho de que el paciente que recibió el primer trasplante de cara y el donante pertenecieran al Hospital La Fe de Valencia “lo complicó todo” y favoreció que se filtraran datos de ambos en los medios de comunicación.
“Cualquiera que conozca un hospital sabe que son cientos las personas que trabajan allí y la filtración puede surgir de cualquier sitio”, según declaró Matesanz, en una entrevista a Onda Cero, recogida por Europa Press, quien señaló que el centro sanitario estaba sometido a “una fuerte tensión” a la espera de que se produjera el trasplante “en cualquier momento” a lo que hay que añadir el “enorme” interés mediático que había surgido en los últimos días.
La ONT tenía “extremadas” todas las precauciones para que no sucediera algo similar ya que “aparte de estar prohibido, el sentido común dicta que el donante y el receptor
no se conozcan”. De hecho, en los tres trasplantes de manos y antebrazos realizados anteriormente se había conseguido salvar la confidencialidad al cien por cien y “nadie se había enterado de dónde procedía el donante”.
Sin embargo, el día después de finalizar la operación se publicaron determinadas informaciones sobre el donante, algo que Matesanz lamentó “sobre todo por la familia”, después de haber tenido este “acto de generosidad” de salvar varias vidas al donar otros órganos además de la cara, por lo que “evidentemente no habrá sido muy agradable para ellos ser identificados”.
De hecho, según reconoció el director de la ONT, el sistema español de donación y trasplantes de órganos se caracteriza por ser “campeones de solidaridad” ya que, de hecho, el 84 por ciento de las familias acepta donar los órganos de un familiar fallecido cuando los coordinadores del centro sanitario se lo piden.
“La forma más pragmática y útil es comentárselo a la familia y, si puedo dar vida una vez fallecido, porqué no la voy a dar”, señaló Matesanz, reconociendo por contra que sólo un 10 por ciento de las donaciones proceden de alguien que se ha inscrito como donante o ha realizado un testamento vital. “El pensar que voy a hacer cuando yo me muera no es muy agradable”, lamentó.
Del mismo modo, el factor religioso tampoco afecta en estos casos, ya que “España es un país muy católico y tiene unos índices muy buenos de donación”, mientras que hay “otros países protestantes que también los tienen”. Sin embargo, aunque el Corán no prohíbe la donación, las tasas en estos países siempre han sido más bajas y es sólo en los últimos años cuando están comenzando a obtener “resultados francamente buenos, ya casi al nivel de los españoles”.
PARTIDARIO DE UNA ONT A NIVEL EUROPEO
Ante este liderazgo de España en materia de trasplantes, Matesanz apuesta por crear una Organización Europea de Trasplantes, ya que “sería muy positivo para unificar políticas, mejorar la donación y la distribución de órganos, y también las condiciones de seguridad y calidad”.
De hecho, aseguró que hay varios países que están de acuerdo con esta visión por lo que habrá que discutir y mucho qué se hace finalmente ya que, a su juicio, sería “perfectamente posible”.
Por el momento, la Unión Europea ya está trabajando con una directiva sobre donación y trasplante de órganos que “España va a liderar” en su desarrollo con el objetivo de ser aprobada en el próximo año, durante la presidencia española, con el objetivo de que aumenten las tasas en el resto de países europeos.